Pie de foto: Descarga en la ciudad de Jacmel de los equipos de emergencia donados por la Dirección de Acción Humanitaria de la AECID.
19 de agosto. Día Mundial de la Asistencia Humanitaria
19/08/2025 - 13:48
Categorías de la noticia
Resumen de la noticia
Con motivo del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria recordamos hoy al personal humanitario que, a pesar de los desafíos, continúa trabajando en condiciones extremas, brindando asistencia en Haití a más de 3,9 millones de personas con necesidades urgentes. Su labor es esencial para mitigar el sufrimiento de una población atrapada en un ciclo de violencia, desplazamiento forzado y pobreza extrema.
La embajada de España y su oficina de cooperación siguen presentes junto a sus socios sobre el terreno aportando la colaboración española.
Puerto Príncipe, 19 de agosto de 2025 — En el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, existen grandes heridas abiertas en todo el planeta. En América, Haití se presenta como uno de los escenarios más peligrosos para el trabajo humanitario, especialmente en su zona metropolitana. La escalada y expansión de la violencia de los grupos armados y el colapso institucional han convertido la labor humanitaria en una misión de alto riesgo, marcada por amenazas constantes, ataques directos a infraestructuras y vehículos, secuestros y una alarmante falta de recursos.
Según datos de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH), entre abril y junio de 2025 se registraron más de 1.520 muertes y 609 heridos como consecuencia directa de la violencia armada impuesta por grupos criminales.
La inseguridad afecta gravemente a las operaciones humanitarias.
Con cada nuevo ataque, el número de desplazados internos aumenta, alcanzando ya, según la OIM, la cifra de 1,3 millones de personas (el 10% de la población), lo que genera mayor demanda de asistencia de todo tipo. Se necesitan alimentos, agua, refugio y atención médica, además de un trabajo intenso de coordinación y apoyo logístico, mientras que las organizaciones se ven constreñidas en su capacidad para responder por falta de recursos suficientes y por la propia inseguridad. El clima de violencia y la exposición al peligro tienen un impacto negativo en la salud mental de la población en general y también en los trabajadores humanitarios.
Las bandas armadas o "gangs", sin otro objetivo que el enriquecimiento ilícito y el ejercicio embrutecido del poder en los espacios que van ocupando, han tomado el control de puntos estratégicos como carreteras y puertos, impidiendo o haciendo muy peligroso el acceso a comunidades vulnerables, como Cité Soleil, Martissant, Carrefour, Bel Air, La Saline o Bas-Delmas, donde ya no hay presencia estatal. En el municipio de Kenscoff, donde se había rehabilitado una ruta para comunicar la zona metropolitana con el departamento Sudeste, se vive un asedio continuo desde enero que amenaza todo flujo de personas y mercancías, así como los medios de producción de la principal zona agrícola de la capital. A su vez, con la toma de puntos de entrada y salida críticos en las comunas de Mirebalais y Saut d’Eau, ya a merced de las bandas, la movilidad de los equipos humanitarios en departamentos como Artibonite y Centro está prácticamente paralizada.
En este contexto, los trabajadores y trabajadoras humanitarios, incluyendo personal médico y de apoyo, han sido blanco de ataques y robos, lo que obliga a las organizaciones a suspender temporalmente o reducir sus operaciones. Distintos enfrentamientos provocaron el cierre de dos hospitales principales en Puerto Príncipe y solo uno sigue operando con grandes dificultades. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recuerda que el acceso a atención médica sigue siendo extremadamente limitado para 4,4 millones de personas, mientras la crisis alimentaria continúa en aumento y ya afecta a más de la mitad de la población. Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), Haití se encuentra hoy entre los cinco países con mayor crisis alimentaria del mundo.
La disminución de los ingresos, acentuada por la inseguridad, expulsa constantemente del país a su capital humano, personas formadas cuya pérdida pone en peligro servicios especializados como la atención materna y neonatal, la respuesta al cólera, la vigilancia epidemiológica o las campañas de vacunación. Todo ello necesita de apoyo externo para salvar vidas.
Desde España, la Dirección de Acción Humanitaria de la AECID lleva incluyendo Haití en su plan estratégico desde 2022. Asociada con los organismos especializados presentes en el país, la financiación española para acciones urgentes (2024-2025) asciende a 7,2 millones de euros, en su mayor parte destinada a protección y salud (48%) y a seguridad alimentaria (36%).
De los 908 millones de dólares necesarios para cubrir las operaciones humanitarias en 2025, apenas se ha alcanzado hasta el momento el 8 %. Ello obligará a reducir servicios vitales y un número importante de personas vulnerables seguirá quedando desatendido.
Con capacidades reducidas y en medio de un entorno muy peligroso, nuestros socios humanitarios, tanto españoles (Alianza-Action Aid, CESAL, Cruz Roja Española), como europeos (AVSI), internacionales (PMA, OCHA, OPS, CICR, FICR) y locales (Cruz Roja Haitiana, DINEPA y Protección Civil), deben seguir superando obstáculos importantes para brindar asistencia a la población haitiana. En este 19 de agosto, se rinde homenaje a su valentía, resiliencia y compromiso. En Haití, su presencia no solo salva vidas: representa una esperanza en medio de una crisis solidaria global.