Saciar la sed en Haití sin riesgo: por un mayor control de la calidad del agua.
Con motivo del Día Mundial del Control de Calidad del Agua, la cooperación española destaca los esfuerzos de la DINEPA para ampliar el acceso a agua potable en Haití.

Población de Jacmel en un punto de distribución de agua.
El 18 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Control de Calidad del Agua, una oportunidad para insistir en la importancia de garantizar el derecho humano al agua para todos en cantidad y calidad suficientes. En Haití, el acceso a agua potable sigue siendo un gran desafío, ya que solo el 74% de la población tiene acceso regular a un punto de agua y apenas un 50% tiene este acceso a menos de 500 metros del lugar donde vive. Además, la calidad de este recurso vital a menudo está comprometida, corriendo el riesgo de verse contaminada y exponiendo a la población a múltiples riesgos para la salud.
Frente a esta situación, la cooperación española continúa apoyando las capacidades institucionales de la DINEPA para mejorar el acceso al agua y al saneamiento, fortaleciendo especialmente la gestión, el control y la distribución del agua en los hogares.
Según Guerda M. Elizé, responsable del servicio de control y calidad, la DINEPA, como organismo regulador, debe asegurarse de “que el agua no sea responsable de malestar alguno en el consumidor en ningún caso.»
El mecanismo de vigilancia de la desinfección del agua tiene dos etapas. Antes de la distribución el responsable (ya sea del Centro Técnico de Explotación -CET-, del Comité de Abastecimiento de Agua Potable y Saneamiento -CAEPA-, o un operador privado) realiza una prueba de residuo de cloro para asegurarse de que cumple los criterios de calidad. Si la prueba es satisfactoria, el agua puede distribuirse; de lo contrario, la cloración debe repetirse. La segunda etapa tiene lugar en el momento de la distribución, cuando el responsable técnico toma muestras en el terreno para volver a comprobar el nivel de residuo de cloro. Los resultados se recopilan y analizan en la Unidad de Calidad del Agua. Este seguimiento se realiza cada día.
Como dato de interés desde el punto de vista del desarrollo del sector cabe mencionar que Haití no produce cloro y para su abastecimiento depende de la importación. Sin embargo, la producción de cloro (o electrólisis de sal) a escala industrial sería factible con una inversión oportuna en infraestructura, suministro eléctrico y sal.
Mientras la DINEPA (Dirección Nacional de Agua Potable y Saneamiento) busca los medios para realizar esta inversión, la calidad del agua sigue siendo un tema de preocupación. Desde enero de 2025, se han reportado más de 2,500 casos sospechosos de cólera a nivel nacional. La propagación es especialmente intensa en los campamentos de desplazados internos (PDI), donde el acceso al agua y a las instalaciones de saneamiento suele ser inadecuado.
El Día Mundial del Control de Calidad del Agua también es una oportunidad para recordar que la gestión sostenible de este recurso esencial es una responsabilidad compartida. La sinergia entre la DINEPA, la sociedad civil y los socios internacionales, entre ellos la AECID, es fundamental para mejorar las infraestructuras, sensibilizar a la población y garantizar que toda la población tiene acceso a agua saludable.
Además de la acción de las instituciones responsables, para proteger su salud, las familias haitianas pueden adoptar gestos simples pero efectivos:
- Tratar el agua antes de consumirla: usar productos con cloro (comprimidos), filtrar el agua con filtros domésticos o hervirla durante al menos un minuto.
- Almacenar el agua en un recipiente limpio, cerrado y fuera del alcance de los niños, para evitar contaminaciones posteriores.
- Verificar la calidad del agua: si presenta olor, color o sabor anormal, es mejor tratarla o abstenerse de consumirla.
Cada gota cuenta. Adoptando buenas prácticas, podemos reducir los riesgos de enfermedades relacionadas con el agua, contribuyendo así al desarrollo sostenible.